La paz está en nuestras manos

Víctimas por la Paz termina de recibir el siguiente mensaje de una persona privada de la libertad. Lo compartimos para reflexionar:

Hace tiempo (más de un año) que comenzó hacer ruido la cuestión de poder iniciar un proceso de reconciliación entre yo y las personas que han sido víctimas de mi conducta delictiva. Busqué argumentos jurídicos pero me encontré con que al tratarse de robo agravado no encuadra. Además me encuentro transitando una etapa recursiva ante la SCJ. Lo cierto es que considero que más allá de lo jurídico, poder establecer un diálogo sincero y cercano con esas personas sería una oportunidad para restaurar aunque más no sea, de manera simbólica la tranquilidad que oportunamente les arrebate. Pienso que hay dos cuestiones: por un lado, el daño psicológico que creo cualquier persona víctima de un delito experimenta. Por el otro, en este caso, el daño material por los bienes sustraídos.

En mi caso, creo que poder acercarme y escucharlos y hacerme escuchar por estás personas tendría un efecto positivo para todxs y seguramente (al menos a mi humilde modo de ver) nos dejaría un poco más tranquilos.

Pero por si acaso, yo pudiera reparar también el daño material a través de algún trabajo, pienso porqué no poder intentarlo.

Me siento en condiciones de poder transitarlo de la manera que sea. No pido que me rebajen la condena, ni que me den ningún tipo de beneficio a cambio. Creo que yo, más allá de las cuestiones técnicas que se ventila en los recursos, puedo hacer algo también por recomponer aunque sea y si estarían de acuerdo, su propia tranquilidad que un momento de mi vida les quite.
Si lo crees posible llevarlo a cabo, quisiera saber cuál sería la manera y cómo podría solicitarlo yo judicialmente. Sí es que estoy a tiempo y si es que estas personas tienen la voluntad para aceptarlo.

El mensaje, que nos emociona, confirma que es posible pensar en la comprensión y el entendimiento humano, en reparar cuentas pendientes que no siempre logra saldar el sistema judicial.

Desde el Espacio de Encuentro hemos comenzado las gestiones necesarias para tomar contacto con las víctimas y ofrecerles esta instancia voluntaria y reparadora. Convocamos a otros ofensores para que, sin especulaciones de ninguna índole, se animen a transitar experiencias restaurativas de esta índole.

Esta es la búsqueda, casi desesperada, que Víctimas por la Paz inició hace más de dos años por un mundo mejor y pacífico.

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